En el icono de forma redonda, enmarcado por un borde pintoresco, se coloca el Rostro del Salvador contra el fondo de la caída de la plata. Esta imagen de Cristo se llama el Salvador no hecho por las Manos. Según la leyenda bíblica, la imagen en el tablero surgió milagrosamente, después de que el Salvador les quitara la cara. En el Reverso hay una imagen de cuatro Serafines de seis alas, Unidos por la imagen de una Cruz griega equidistante.