San Vladislav es nieto del fundador de la dinastía de los gobernantes serbios, San Esteban nemani, e hijo del Santo rey Esteban el primero en Casarse. Vladislav de Serbia durante su vida fue conocido no solo como un gobernante misericordioso, sino también como el fundador de uno de los monasterios ortodoxos más antiguos de Milesev, hoy un monumento de arquitectura medieval e iconografía. Gracias a los trabajos del Príncipe Vladislav, su pueblo recibió la primera iglesia independiente y las reliquias milagrosas de San Sava de Serbia.