La reverenda mártir Anastasia Romana perdió a sus padres en la infancia, y fue criada por la abadesa del monasterio femenino, Sofía. La abadesa crió a Anastasia en una ardiente fe, en el temor de Dios y en la obediencia. La Santa novia pasó el día y la noche en oración. Durante la persecución de los cristianos por el emperador Decio, la bendita niña tomó la corona de mártir por el Nombre del Señor.