La princesa Isabel de Hesse-Darmstadt, la futura gran duquesa Isabel fiódorovna Romanova, durante su vida, fue llamada un ángel. La gran duquesa eligió una forma especial de ascetismo: la caridad, fundando el monasterio marfo – Mariinsky en Moscú y dedicando su piadosa vida cristiana a ayudar a los enfermos y pobres. La princesa Isabel es famosa en la cara de los Santos de la iglesia Ortodoxa Rusa en 1992.