El icono corporal con la imagen del ángel más cercano al Señor, el Serafín ardiente, está hecho en forma de un rostro rodeado de seis alas. El Serafín, símbolo del amor divino, de la purificación y de la fuerza luminosa, transmite simbólicamente el ser sobrenatural con una inquebrantable y ferviente impetuosidad de esclarecer y purificar