En las manos del ángel de la Guarda hay un icono con la imagen de la Santa gran Mártir Catalina de Alejandría, hija del gobernante de Alejandría de Egipto, que tenía una rara belleza y sabiduría. Queriendo comprometerse solo con alguien que la supera en riqueza y sabiduría, por instrucciones del anciano se unió a Cristo, convirtiéndose en su Novia Celestial. Catalina fue Martirizada a principios del siglo IV por la predicación cristiana. En la parte posterior del icono se representan las palabras de la oración del Santo.