En el icono de la forma arqueada, enmarcado por un borde pintoresco, se coloca la imagen del ángel de la Guarda, colocando la mano sobre el hombro del niño, sosteniendo un bastón con la parte superior en forma de Cruz. La mano derecha del ángel apunta al cielo, donde entre las nubes que se extienden brilla una Cruz rodeada de un resplandor. El ángel y el niño se encuentran en el camino que simboliza el camino de la vida de una persona, simbólicamente impresa en la imagen del niño. En el Reverso del icono se coloca la imagen de la Cruz vivificante del Señor.