La vid es una imagen eucarística que está en conexión simbólica con el Sacramento de la comunión, así como un símbolo de la elección Divina. Las uvas en las sagradas Escrituras son el símbolo de la Tierra prometida, que Dios dio a su pueblo elegido como herencia, y el vino de uva en la Última Cena se convierte en la Sangre de Cristo, que da por la vida del mundo, para la expiación de los pecados.