Las alas de los pétalos y las inflorescencias aterciopeladas del trébol se tejen en un adorno de anillo festivo. La abundancia de hierbas en el verano suena como una llamada alegre a la belleza y la plenitud de la vida. Desde la antigüedad, los cristianos eligieron esta planta como un símbolo de la Santísima Trinidad, que combinaba tres pétalos con una sola base.