Este Rosario central consta de diez elementos con la oración de Jesús y un eslabón central en forma de Cruz. La forma de anillo del Rosario se originó en las condiciones de la persecución al cristianismo, cuando el Rosario tenía que volverse invisible y cómodo en las campañas. Tradicionalmente, el Rosario se utiliza en la realización de oraciones para la concentración de la atención y establecer el ritmo de la repetición de los enlaces.